Niveles bajos y altos de glucemia

Durante la insulinoterapia, las fluctuaciones de los niveles de glucemia, en forma de episodios hipoglucémicos leves y valores de glucemia ligeramente elevados, son una constante. Sin embargo, para evitar a tiempo emergencias hipoglucémicas, es importante conocer los síntomas y las opciones de tratamiento.

Hipoglucemia – Glucosa baja en sangre

La prevención de la hipoglucemia (glucosa baja en sangre) es el mayor reto para lograr los niveles de glucemia fisiológicamente más normales posibles (como los de las personas no diabéticas). Se debe tener en cuenta que una emergencia hipoglucémica puede aparecer muy rápidamente, en cuestión de minutos.

Si hay más insulina en sangre de la necesaria para regular el valor de glucemia, el nivel de glucosa en sangre disminuirá. Un episodio hipoglucémico se considera una emergencia y comienza a un valor de 50 mg/dl (2,8 mmol/l). Suelen aparecer previamente signos iniciales, como

  • Temblores
  • Sudoración
  • Palpitaciones
  • Hambre voraz repetina
  • Debilidad
  • Inquietud

Al primer signo de un episodio hipoglucémico, o si los niveles de glucemia descienden por debajo de 65 mg/dl (3,6 mmol/l), es vital una respuesta rápida para evitar que la glucemia siga bajando.

Recuerde que debe mantener siempre la calma y comer algo antes de medirse la glucemia.

  • Consuma inmediatamente una forma de azúcar de acción rápida (20 g de hidratos de carbono), como glucosa (líquida o en comprimido regular o masticable). También puede tomar una bebida azucarada, como zumo de naranja o cola (100 ml = aprox. 10 g de hidratos de carbono).
  • Mídase el nivel de glucemia y vuelva a medirlo al cabo de 15 minutos.
  • A continuación, consuma hidratos de carbono de acción prolongada, como pan integral, plátanos o yogur, para asegurarse de que el nivel de glucemia no vuelva a disminuir.
  • Posponga toda actividad deportiva y no conduzca hasta haber recuperado unos niveles de glucemia normales.

Si tiene niveles de glucemia frecuentemente bajos, el organismo “se acostumbra” a este estado. Pueden no aparecer los signos típicos de una hipoglucemia. Una formación adecuada puede ayudarle a manejar este tipo de alteración de la percepción.

Hiperglucemia – Glucosa en sangre elevada

Hiperglucemia (glucosa en sangre elevada) no suele ser un problema grave de salud. Sin embargo, se debe tener en cuenta que unos niveles de glucemia altos durante períodos prolongados pueden aumentar significativamente el riesgo de padecer enfermedades secundarias relacionadas con la diabetes. Además, si no se trata, la hiperglucemia puede evolucionar y provocar complicaciones graves, cetosis o incluso cetoacidosis diabética al cabo de horas o días.

Los niveles de glucemia suelen aumentar más rápido después de las comidas o en situaciones estresantes. Se produce hiperglucemia si el nivel de glucemia es superior a 200 mg/dl (11,1 mmol/l) dos horas después de una comida. Irá acompañada de otros signos, como aumento de la sed, urgencia urinaria y somnolencia.

La hiperglucemia se produce por falta de insulina. Aprenderá a abordarla en la formación sobre la diabetes. Inyéctese insulina correctora de acuerdo con la pauta de tratamiento de la hiperglucemia establecida por el médico.

  • Mídase los niveles de glucemia en intervalos más cortos.
  • Si su nivel de glucemia sigue aumentando (a 250 mg/dl o 14 mmol/l), tiene mucha sed o urgencia urinaria, deberá realizar un análisis de acetona. Para este análisis, la farmacia o su proveedor de productos para diabetes le proporcionarán tiras reactivas para orina o sangre.

Si el análisis de acetona es positivo y hay otros signos, como calambres musculares o abdominales, o huele a acetona (como de manzanas podridas o quitaesmalte de uñas), es que se le han formado cuerpos cetónicos en la sangre (cetosis). Ahora es imprescindible que haga lo siguiente:

  • Evite esfuerzos físicos y posponga toda actividad deportiva.
  • Inyéctese insulina correctora de acuerdo con la pauta de tratamiento de la hiperglucemia establecida por el médico.
  • Beba mucha agua.
  • En caso de duda, llame al médico.
  • Ajuste la bomba para que deje administrar insulina y utilice una jeringa o pluma de insulina para inyectarse insulina correctora.
  • Al cabo de una hora y media, vuelva a comprobarse la glucemia y realice otro análisis de acetona.

Cetoacidosis

La cetoacidosis es un desequilibrio metabólico grave asociado a altas concentraciones de cuerpos cetónicos, formados por la degradación de ácidos grasos. Provoca la acidificación excesiva de la sangre. Puede producirse a partir de niveles de glucemia de 250 mg/dl (14 mmol/l). Es producto de falta de insulina. La cetoacidosis tiene las características siguientes:

  • Análisis de acetona positivo.
  • Respiraciones profundas, además de los síntomas arriba indicados, como sed, urgencia urinaria, somnolencia, náuseas y vómitos, calambres musculares y abdominales, así como olor a acetona.

Ahora deberá actuar de inmediato, porque la cetoacidosis puede progresar rápidamente hacia un coma diabético potencialmente mortal. En este caso se aplican las mismas normas que para el tratamiento de la cetosis. Aplique lo aprendido durante su formación en diabetes. No se quede solo. Busque ayuda. En caso de duda, llame a su médico o al médico de urgencias.

Hiperglucemia ⇒ Cetosis ⇒ Cetoacidosis ⇒ Coma diabético

Coma hiperosmolar

En diabéticos de tipo 2 puede producirse un coma hiperosmolar, no cetósico como complicación de una hiperglucemia no tratada. En el caso de niveles de glucemia extremadamente altos, normalmente superiores a 1000 mg/dl (55 mmol/l), los riñones eliminan demasiada agua y el organismo se deseca (deshidratación). Si no se trata a tiempo, se producirá una situación potencialmente mortal con colapso circulatorio, insuficiencia renal aguda, pérdida del conocimiento y posiblemente coma. El coma hiperosmolar es una urgencia médica que se debe tratar en el hospital.

Los síntomas del coma hiperosmolar son:

  • Niveles de glucemia extremadamente elevados, superiores a 600 mg/dL (33 mmol/L)
  • Sed intesa
  • Ugencia urinaria
  • Taquicardia
  • Mareo

Causa y prevención del coma hiperosmolar
El máximo riesgo de padecer un coma hiperosmolar lo tienen las personas con diabetes tipo 2 no diagnosticada. Los factores desencadenantes incluyen con frecuencia infecciones como la neumonía (que aumentan las necesidades de insulina) o tratamiento con diuréticos.

En el caso de las personas con diagnóstico previo de diabetes de tipo 2, el coma hiperosmolar puede ser consecuencia de un suministro inadecuado de insulina o una dosis inadecuada de medicamentos reductores de la glucemia.