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Con el avance de la edad a menudo remite el rendimiento en las funciones físicas: se sufren pérdidas auditivas y visuales, disminuye la movilidad y la capacidad intelectual puede no ser la misma que antes. La diabetes reduce aún más la calidad de vida en los mayores. No obstante, hay ciertos puntos que se pueden y deben observar.

Un anciano mira a la cámara con una sonrisa
La diabetes en la vejez plantea ciertos retos

En las personas mayores con diabetes tipo 1 o las personas con diabetes tipo 2 insulinodependientes, una bajada aguda de la glucosa puede dar lugar a caídas, desmayos o limitaciones de la motricidad y dejar secuelas. Por ello, el tratamiento pretende, sobre todo, evitar las bajadas de glucosa. Las bajadas pueden presentarse con mayor frecuencia en los mayores con estos tipos de diabetes, pues con la progresión de la enfermedad la percepción de las bajas concentraciones disminuye y las reacciones del organismo tardan más en activarse.

Aunque los tratamientos y productos modernos son muy eficaces, su uso puede no resultar lo bastante sencillo a mayor edad, como cuando los mayores no pueden utilizar el lápiz de insulina o la bomba de insulina de forma autónoma o cuando malinterpretan las concentraciones de glucosa indicadas y no actúan a tiempo ante los valores críticos. Las tendencias tecnológicas actuales hacen que, además, las pantallas y las teclas sean de menor tamaño, los menús sean más complejos y que se precisen teléfonos móviles: un reto adicional para las personas mayores con diabetes tipo 1.

¿Cómo se superan estos retos en la diabetes con edad avanzada?

  • La alimentación juega un papel importante para evitar una hipo o hiperglucemia. Las prótesis dentales deben estar bien ajustadas para facilitar la alimentación correcta y suficiente y evitar la malnutrición.
  • Moverse con regularidad también ayuda: mantener 30 minutos de actividad física cinco veces a la semana tiene un efecto positivo sobre la glucemia, la tensión arterial y el metabolismo. ¡Cuidado con las limitaciones del aparato locomotor o en caso de cardiopatías!
  • La actitud es otro factor determinante. Es relativamente común descuidar las visitas al médico, los medicamentos, etc. con la edad. Hace falta disciplina y motivación; y pensar que cuanto más nos cuidemos, mejor nos encontraremos.
  • También es importante recibir instrucciones de un profesional para el uso de los productos terapéuticos. Solo de esta manera se pueden garantizar resultados óptimos, como la comprensión de los avisos de alarma en caso de hipo o hiperglucemia.
  • También ayudan los productos intuitivos desarrollados para los mayores con diabetes, por ejemplo, los dispositivos con pantallas y teclas grandes.
  • Los sistemas de terapia modernos, automatizados y con capacidad de aprendizaje, facilitan la medición de los valores y la administración de la insulina.

Existen formas de tratamiento auxiliares, productos adaptados, trucos y consejos para los mayores, pero los afectados deben ser conscientes de ello, adaptarse y reaccionar en caso de necesidad, tanto si sufren síntomas cognitivos, físicos o de otro tipo. Aunque cualquier forma terapéutica es posible a edad avanzada, en esta fase conviene atender también otras circunstancias de la vida.

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