Las vacaciones deberían ser una buena experiencia, ya sean en verano, con sol, playa y comida deliciosa o con frío, practicando deportes de competición y nutrición deportiva. Lo último que queremos es tener que estar pensando en la diferencia horaria, el nuevo clima o los distintos hábitos de alimentación y ejercicio. Y es que no solo el cuerpo pide descanso, sino también la mente.

Las personas con diabetes tipo 1 tienen que observar, calcular y ajustar constantemente la dosis de insulina y la cantidad de alimentos que ingieren. De repente, los ratios de insulina por la noche se necesitan durante el día y viceversa. Es fácil gestionar una diferencia horaria de doce horas pero, ¿qué ocurre si el viaje dura varias semanas y pasa por distintas zonas horarias? ¿Y si lo que iba a ser un viaje en tren de una semana se convierte espontáneamente en una ruta de tres días hasta la cima de una montaña? Las acciones espontáneas requieren ajustes rápidos y específicos en la dosis de insulina.
Las personas con diabetes que tienen más experiencia gestionan todo esto de forma casi automática. Los sistemas de dosificación automática de insulina ayudan a evitar una hipoglucemia controlando y ajustando la administración de insulina. Sin embargo, algunas acciones pueden hacer incluso que el sensor y la bomba suden. Los sistemas modernos de administración de insulina son inteligentes y pueden reconocer tendencias por sí mismos. Por ejemplo, se necesita muy poca insulina para las horas posteriores a una excusión por la montaña y, gracias al sistema automatizado, los senderistas pueden dormir más tranquilos, sin tener que estar comprobando sus niveles de glucosa en sangre.
Muchos viajeros no pierden la oportunidad de probar especialidades culinarias de otros países. Pero, ¿quién puede decirnos cuántos carbohidratos tiene esta fruta exótica o este delicioso postre? Dos horas más tarde, la curva de glucosa en sangre sube bruscamente, sin intención de volver a bajar ... A menos que tengamos a mano un utensilio que intervenga después de apenas unos minutos y haga una corrección. Sería genial si los diabéticos tuviesen que mirar sus dispositivos con menor frecuencia y pudiesen dedicar así más tiempo a sus vacaciones.
Cuando por fin llegamos a este punto y estamos completamente relajados, ya se han vuelto a terminar nuestras vacaciones. Bueno, no del todo, porque todavía queda el viaje de vuelta a casa. Los veteranos ya están haciendo los primeros ajustes para la vuelta, mientras que los novatos aún no saben cómo controlar el vuelo de vuelta sin grandes fluctuaciones. Pero, ¿y si el sistema AID también convierte el viaje de regreso en unas vacaciones y permite al pasajero aterrizar sin incidentes?
Esto es posible, por ejemplo, con un sistema híbrido de Loop cerrado (automático). Y es que estos sistemas son ideales para viajeros. Además de los accesorios apropiados, también hay foros y comunidades muy activos en los que se intercambian información, trucos y consejos. Se habla, se debate y se ayuda para casi todo tipo de situaciones, un montón de países y cualquier tipo de deporte o vacaciones.